viernes, 28 de marzo de 2014

Real Betis Balompie, un sistema que vuelve a funcionar

Para comprender la actual situación que está viviendo el Real Betis Balompie hay que centrarse en tres fases. La primera, la temporada pasada con un sistema consolidado que les llevó a la Europa League. La segunda, la planificación veraniega que llevó al equipo al abismo hasta la llegada de Calderón, y la tercera, la fase actual en la que ha vuelto ha encontrar un sistema de juego y estan llegando los resultados para el equipo verdiblanco.

1º Fase: Mel da con la tecla y el Betis entra en Europa: La temporada pasada el conjunto del Villamarín se sostenía desde su medio campo. La figura de Cañas (ahora en el Swansea) resultaba fundamental para equilibrar tacticamente al equipo. La función que ahora cumplen entre Lolo Reyes y Nono era capaz de desempeñarla este futbolista. Así, con Cañas en el campo, Beñat (ahora en el Athletic Club) dirigia al cuadro bético en medio campo y aportaba balones a los 4 de arriba. Aquel Betis jugaba con dos extremos, normalmente Campbell y Pozuelo o Vadillo hasta la llegada de Pabón y con dos delanteros, principalmente Ruben Castro y Jorge Molina. Con jugadores por delante que practicaban un fútbol ofensivo la retaguardia estaba bien cubierta ante el escaso peligro que les llegaba y la pareja Amaya - Paulao se consolidó como una de las más sólidas del campeonato. En los laterales dos expertos en primera, Chica y Nacho respaldaban esa seguridad y en la porteria Adrián San Miguel (ahora en el West Ham) demostraba porque los porteros con reflejos dan puntos por si solos. Con un equipo con las ideas muy claras el Betis disfrutó placidamente hasta llegar a Europa.

 2º Fase: Se marchan los jugadores clave y se estropea el sistema: La dinámica positiva y ascendente del conjunto bético se tuerce con la planificación veraniega. Los dos pilares en medio campo, Cañas y Beñat, abandonan el equipo y el Betis pierde su consistencia. El orden táctico de Cañas no se da suplantado con un único futbolista, y esa función de contención se tenía que realizar con 2 jugadores, normalmente Lolo Reyes y Matilla, hasta la irrupción de Nono para acompañar en el doble pivote al onmipresente Lolo Reyes. Con un puesto menos de medio campo hacia arriba, Verdú, el relevo natural de Beñat, se encontró con dificultades para enlazar con los jugadores de ataque. Si antes Beñat tenía a 4 jugadores con los que asociarse, este Betis se encuentra con sólo 3 atacantes por tener que reforzar el doble pivote. Así, se pasa a jugar con dos extremos y un único delantero. Ante la ausencia de Campbell y Pabón y la marcha de Pozuelo las bandas quedan mermadas de calidad y los Cedrik, Juan Carlos y Vadillo no eran capaces de hacer olvidar a estos jugadores. Además, el hecho de jugar con un sólo punta, normalmente Jorge Molina ante la ausencia de Rubén Castro hace que el Betis tenga mucha menor presencia en ataque. Verdú no consigue generar juego y primero Mel y posteriormente Garrido deciden ubicar al jugador catalán pegado a banda, posición que no es natural para el jugador que se acaba hundiendo. Ante estas perspectivas, la solidez de la pareja Amaya - Paulao se rompe y el equipo empieza a ser demasiado vulnerable en defensa. En los laterales, Steinhofer demuestra falta de adaptación al fútbol español y Didac Vila falta de ritmo ante la ausencia de minutos y la defensa verdiblanca se convierte en un coladero. Para agravar su situación, la marcha de Adrián hace que lleguen Sara y Andersen a la porteria. El danés demuestra no tener nivel para la Liga Española y abandona el club en invierno, mientras el argentino, aún demasiado verde, no se encuentra preparado para competir en primera división.

 3º Fase: La llegada de Calderón y los refuerzos de invierno: Con la llegada de Calderón no se soluciona el problema del doble pivote, pero si se consiguen avances importantes. La figura del mediocampista creador es asumida por Salva Sevilla y el equipo empieza a volver a generar ocasiones. Rubén Castro vuelve a encontrar su estado de forma y Leo Baptistao está demostrando que es bastante más que un jugador de equipo que busca la salvación. Con el equipo otra vez generando juego y goles, la defensa vuelve a recuperar confianza y la llegada de N'Diaye provoca que el centro de la defensa vuelva a ofrecer garantias. Didac Vila en el lateral recupera el ritmo de partidos y Chica por la derecha vuelve a ser ese lateral de garantías para un equipo de primera. Además, la llegada del exmadridista Adán dota de seguridad a la porteria y el equipo empieza a encajar pocos goles. Con la permanencia aún lejos, y trás la confianza que supuso el derbi europeo a pesar de caer con el Sevilla, el conjunto bético empieza a soltarse y jugar sin presión, lo cual le está llevando a conseguir buenos resultados. Ahora mismo, en los últimos 10 partidos han ganado más que perdido, y mientras el resto de los abajo suelen pinchar casi todos cada semana, los verdiblancos se empiezan a acercar poco a poco al objetivo que parecía imposible de luchar por salvarse. Las matemáticas dicen que tienen que ganar 5 partidos de 7 para asegurar el objetivo. Quizá con 4 victorias también podrían lograrlo. Siendo realistas, lo tienen complicado, pero en el fútbol español cualquier cosa es posible y el Real Betis Balompie, ahora sí, tiene un sistema que vuelve a funcionar.