miércoles, 15 de octubre de 2014

Lucas Pérez, el Luis Suarez coruñés

Con el Real Madrid - Barcelona de dentro de 10 días eclipsando el planeta fútbol, y la entrega hoy de la Bota de Oro a Luis Suarez antes de que debute en el clásico, pocos focos mirarán hacia una ciudad del noroeste, dónde en un equipo situado colista, el Deportivo de La Coruña, se verá debutar este fin de semana en la Liga a un semidesconocido llamado Lucas Pérez.
Y es que Lucas nunca lo ha tenido fácil, pero ya se ha ganado por derecho propio ser considerado el Luis Suarez coruñés.

La carrera de este extremo - mediapunta zurdo de 26 años representa un fiel reflejo de la situación que viven tantos jóvenes preparados en este país. Sin llegar a jugar nunca en las categorías inferiores del Deportivo, tuvo que mostrar sus habilidades futbolísticas en equipos cómo Ordes, Atletico Arteixo o Montañeros. Equipos semiprofesionales cuyo techo histórico es la Segunda División B. En ellos, su capacidad goleadora, su visión de juego y sobretodo su insistencia, perseverancia e intensidad le valieron que la cantera del Atlético de Madrid se fijará en él.

En Madrid jugó en el Atlético C, en un momento en que la llegada a un primer equipo que crecía a rítmo de records históricos estaba carísima. Lucas lo siguió intentando y recaló en el Rayo Vallecano B, en dónde siguió mostrando sus buenas dotes técnicas para conseguir debutar y jugar 7 partidos en el primer equipo vallecano, por aquel entonces aún en Segunda División.

En España no le daba llegado la oportunidad soñada y entonces apareció en su camino el Karpaty Lviv ucraniano. Cómo tantos otros jóvenes, cogió sus maletas y emigró en busca de un futuro mejor. El aún no lo sabía. Pero en ese momento empezaba a conseguir su sueño.

Su aclimatación al país no pudo ser mejor. Llegó y convenció. En su primera temporada Lucas consigue ser el mejor debutante del campeonato y el jugador más valorado en una Liga que por aquel entonces aspiraba a crecer al abrigo de la Eurocopa 2012. En el fútbol español se empezaba a hacer un eco lejano sobre un delantero que estaba revolucionando la Liga ucraniana. Tras 2 temporadas de ensueño dónde cautivó con su llegada desde la mediapunta, su habilidad rematadora y su excelente tiro desde media distancia, el Dinamo de Kiev, el club  más laureado del país que se ganara el cariño internacional cómo club de resistencia en la II Guerra Mundial se fijó en él para incorporarlo cedido. Pero por aquel entonces su fútbol ya traspasara fronteras, y el PAOK de Salónica de la creciente Liga griega sería su siguiente destino.

En el conjunto albinegro de Salónica volvió a revolucionar un campeonato por aquel entonces bastante agitado. Llegó con el 10 a la espalda y logró los mejores resultados en la historia reciente del club. En su primera temporada marca 10 goles y regala otros 15, Es nombrado en el 11 ideal del campeonato y nominado a mejor jugador. Debuta en competiciones europeas siendo el jugador franquicia y disfruta del fútbol griego hasta que este verano, por fin, aparece en el horizonte su gran sueño. El Deportivo de La Coruña, la Liga española, y Lucas sin dudarlo un instante hace todo lo posible por convencer a sus jefes y recalar en el club gallego.

Cómo siempre, Lucas no lo tuvo fácil en sus inicios. El PAOK exigía 2.5 millones por el traspaso de su mejor jugador y el Deportivo, un recién ascendido que está saliendo de un proceso concursal no podía permitirse un traspaso. El futuro parecía oscuro, pero Lucas volvió a mostrar esa perseverancia e intensidad y logró convencer al conjunto griego de que lo mejor para ambas partes era una cesión con opción de compra. Tras un mes de negociaciones el club griego daba su brazo a torcer, justo en el momento que el club coruñés cambia de entrenador y Lucas nuevamente tiene que convencer de su fichaje. Tras más de un mes lo consigue y llega a una ciudad que lo vio nacer y lo despidió cómo un desconocido para convertirse en la gran esperanza del deportivismo. Lucas comenzaba a vivir su sueño.

Pronto se gana el cariño del deportivismo. Salvando las distancias, en su llegada se le considera un Diego Costa con carita de niño bueno. Pero cómo siempre, Lucas no lo iba a tener fácil. Nada más llegar se lesiona por un mes. Reaparece en un amistoso y se vuelve a lesionar. Antes del parón por selecciones consigue entrar en una convocatoria pero aún no se produce su debut. Ahora, tras 15 días entrenando a ritmo contante apunta a que debutará frente al Valencia este fin de semana en Riazor.

Riazor, el campo en el que siempre soñó jugar. Ese campo dónde juega el colista de Primera División y dónde un coruñés que viene de revolucionar la Liga ucraniana y griega quiere empezar a escribir su mejor historia, su propia historia.

Y es que más allá de los focos de los grandes clubes hay historias que merecen ser contadas. Es Lucas Pérez antes de debutar en la Liga española. Es el Luis Suarez coruñés.