lunes, 2 de diciembre de 2013

Pichichi, Raúl y el profundo señorío del "7"






Es tradición reconocer los méritos de las leyendas. Y la primera leyenda del fútbol español tiene nombre y apellidos: Rafael Moreno Aranzadi, aunque la historia lo recuerda cómo "Pichichi". Pichichi fue el primer gran goleador del Athletic de Bilbao. Extremo izquierdo puro con vocación por el gol, fue el primer hombre en marcar un gol en el viejo San Mamés.

 Entre 1911 y 1921 marcó una época en el club vasco anotando 72 goles en 87 partidos. Su trascendencia al desarrollo del fútbol español fue tal que se convirtió en el jugador clave de aquella España que ganara la medalla de plata en los JJOO de Amberes 1920.

En aquel torneo tras superar a Dinamarca en la fase previa, España cayó en cuartos de final frente a la anfitriona Bélgica. Cualquier selección se hubiera rendido a la evidencia de que su fútbol no daba para más. El cuadro sólo permitía ir por perdedores para en el caso de ganarlo todo llevarse la plata. Pichichi tiró del carro, o en este caso del carrillo para conseguir el primer gran éxito de la Selección Española.

 Sobrino de uno de los referentes de la Generación del 98, Miguel de Unamuno, el bueno de Pichichi se convirtió en un símbolo de la lucha y de la no rendición, pero el destino quiso que 2 años más tarde, en 1922 falleciera a consecuencia del tifus. Fue en ese momento dónde se perdió a un goleador para ver nacer a un mito.

El impacto de su pérdida unió en su memoria a todo el fútbol español, y así con el nacimiento de la Liga de Fútbol Profesional en 1928 todo el mundo tenía claro el nombre honorífico para premiar al máximo goleador, el trofeo Pichichi.

Hombre de un sólo club, su amado Athletic le honra con un busto en el corazón de San Mamés dónde cada equipo que visita por primera vez la catedral le deposita un ramo de flores.

                                                                                                

Y es aquí dónde se encuentra el profundo señorío del "7". Tras convertirse en una leyenda en el club de su vida, Raúl emigra al equipo de los mineros de la cuenca del Ruhr, el Schalke 04, para en 2 temporadas históricas llevar al equipo por primera vez a unas semifinales de Champions en su primera temporada y volver a España de capitán del equipo en su segunda temporada. En esa vuelta, Raúl juega en Bilbao los cuartos de final de la Europa League frente al equipo anfitrión. Cómo Pichichi frente a Bélgica, pierde en esa eliminatoria, pero gana algo más importante, el sentido homenaje a quien abrió el camino de la senda del triunfo en el fútbol español. La historia miró hacia otro lado, pero ese día en el corazón de San Mamés se inmortalizó la grandeza de Pichichi, Raúl y el profundo señorío del "7".


        






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